Hoy os traigo unos sabios consejos de nuestro colaborador Manuel de la Puente Romero, Profesor de Empresa y FOL en MEDAC.
Buenos días,
Mi nombre es Manuel, he estudiado Derecho y
Administración de empresas, elegí esta carrera porque era la única de
la rama de ciencias sociales a la que le veía salidas laborales en su
día. ERROR, no se puede elegir algo que harás durante toda tu vida,
simplemente por las ofertas de trabajo que pueden existir de esa
profesión en el futuro (el mundo cambia constantemente y una profesión
que tiene mucho trabajo hoy, puede tener en el futuro pocas
oportunidades y viceversa).
No te dejes
guiar por nadie, haz lo que te salga del corazón, lo que te guste, en
definitiva, lo que te apasione. Es cierto que es lo que nos dicen todos,
pero llevarlo a la práctica no es tan fácil. En mi caso amaba la
docencia y jamás me planteé dedicarme a ello porque pensaba que no tenía
salidas reales ni probabilidades de éxito. ERROR de nuevo, si hay algo
que te apasiona encontrarás la forma de sacarle rentabilidad, parece lo
típico pero creo sinceramente que es así.
Al
acabar la carrera todos los trabajos relacionados con el derecho y
similares los detestaba. Odiaba ir a la oficina y sentarme delante de un
ordenador 8 horas y deseaba que acabara el día de trabajo. Por eso,
decidí opositar a Técnico de Hacienda del Estado, ERROR de nuevo, me
deje llevar por lo que me decían, se suponía que con mis estudios estaba
muy preparado para esta oposición. Estuve 3 años y medio estudiando
muchísimo y esforzándome por un puesto en la función pública de por
vida, solo miraba la estabilidad del trabajo y el horario, no miraba más
allá.
Finalmente decidí por fin hacer el
MAES (Máster de profesorado), el cual te habilita para dar clases en
Secundaria, Bachillerato y FP. Estuve yendo y viniendo todos los días de
Jerez a Sevilla, pero me sentía feliz, por fin estaba luchando por mi
verdadero sueño. (Siempre soñé en dar mi propia clase y en ser
PROFESOR).
Y aquí estoy, he conseguido ser
profesor, actualmente soy docente de un instituto y por fin puedo decir
que soy FELIZ, sí, esa palabra tan difícil de conseguir, hago lo que me
gusta, no me importa el dinero ni el horario. Obviamente hay días que
tengo menos ganas de ir a trabajar que otros, pero amo lo que hago y no
lo considero un trabajo.
Por eso mi
consejo es: Lucha por lo que quieres y deja de lado todo lo que te digan
los de tu alrededor. ¿Quién te conoce mejor que tú mismo?
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