Entrevista a Celia Herrero Cantó.

    Hoy tengo el placer de presentarles a toda una profesional, nuestra colaboradora Celia Herrero Cantó,becaria en el departamento mercantil en Garrigues. 

    Nuestra entrevistada destaca por ser una persona sencilla, innovadora y entusiasta. Celia estudió el Doble grado de Derecho y Administración y dirección de empresas en la Universidad de Alicante, donde fundaría junto a un grupo de amigos el Club de Debate de dicha Universidad, del que es Directora actualmente. Posteriormente cursó un Máster Universitario en Práctica Jurídica Especialidad Empresarial en el Centro de Estudios Garrigues. No obstante, debemos mencionar dos grandes logros que ha obtenido gracias a su constancia y esfuerzo. Celia ha sido ganadora de la XIX Edición Premio Jóvenes Juristas y premio extraordinario de Fin de carrera en ADE. 

 ¿Qué decidiste estudiar? ¿Qué te llevó a tomar tal decisión?

En mi caso, opté por estudiar Derecho y Administración y Dirección de Empresas y esto se debió principalmente a que no tenía claro a qué me quería dedicar: me encantaba la economía, las matemáticas, la historia, la literatura… Por lo que busqué una carrera con muchas salidas y realmente DADE tiene un amplio abanico de posibilidades. Finalmente he acabado decantándome por el sector jurídico, pero cuando entré en la carrera me gustaba mucho más la parte económica y matemática.

 

¿Cuáles son tus tres mayores logros?

    Mis tres mayores logros yo creo que han sido:

- Fundar en segundo con un grupo de amigos el club de debate de la universidad de Alicante: empezamos de cero, casi sin formación y de forma autodidacta y a base de participar en torneos y escuchar a los veteranos, fuimos poco a poco aprendiendo, fundando un proyecto maravilloso que unió a gente de distintas carreras en un entorno totalmente enriquecedor. Me llevo grandes amigos y muy buenos recuerdos de esa etapa.

- Ganar el Premio Jóvenes Juristas del Centro de Estudios Garrigues en 2019: Esto supuso totalmente un antes y un después en mi trayectoria. Gracias a este premio, obtuve una beca íntegra para estudiar un doble máster en el Centro de Estudios Garrigues, me contactaron varios despachos y me han surgido muchas oportunidades a partir de ese momento.

- Crear el Instagram @iuriscelia: durante el confinamiento, unos amigos me animaron a iniciar un proyecto en redes sociales para explicar cómo mejorar la empleabilidad, cómo hacer un currículum o una carta de presentación, cómo buscar jurisprudencia… ese tipo de cosas que en ocasiones no nos explican en la carrera. Es una comunidad pequeñita, pero me parece muy satisfactorio poder ayudar a la gente de esta manera.

 

¿Cómo describirías en una sola palabra cómo te sentiste al finalizar los estudios? ¿Y al iniciar tu etapa laboral?

    Al finalizar los estudios, es difícil no sentir algo de vértigo… “¿He dado todo de mí? ¿Me he esforzado todo lo que podía? ¿Será suficiente? ¿Estoy tomando la decisión adecuada en lo que respecta a mis estudios? ¿Encontraré un trabajo que me guste?”. Aunque he de reconocer que esa etapa me duró poco: tenía muchísimas ganas de empezar el máster.

    Y ahora al inicio de mi etapa laboral (la cual empezó hace a duras penas dos semanas), la palabra que mejor define mi situación es “ilusión”. Estoy muy emocionada por ver qué me depara el futuro y qué nuevas oportunidades van a ir surgiendo. 

 

¿Qué papel juegas en el mundo laboral?

    Ahora mismo estoy realizando las prácticas del máster de acceso a la abogacía (para quien no lo sepa si en España quieres ser abogado, antes de poder colegiarte debes realizar unas prácticas, un examen del Estado y un máster), por tanto, soy becaria en el departamento de mercantil de un despacho en Madrid. Nuestro objetivo es asesorar empresas en todas las cuestiones legales que puedan surgir.

 

¿Qué consejo darías a aquellas personas que se encuentran ahora mismo estudiando?

    ¡SED PROACTIVOS! No hay que conformarse nunca con lo que se da en las aulas, hay un mundo entero de oportunidades fuera de clase que nadie os va a explicar, por lo que hay ser autodidáctica e investigar por vuestra cuenta. Debate, simulaciones de juicios, voluntariados, colaboraciones en páginas webs o blogs o podcasts, prácticas, becas, becas de colaboración en la universidad, movilidad internacional, representación estudiantil… De verdad que hay muchísima oferta formativa, académica y profesional que nos estamos perdiendo, becas que se quedan desiertas o proyectos muy interesantes que no surgen por no encontrar a la gente adecuada. Además, ahora mismo es bastante fácil: ¿quieres participar en una clínica jurídica pero tu universidad no tiene una? ¡Créala! Organízate con un grupo de amigos y proponedlo a vuestra facultad, se convertirá en un hobby, además de mejorar vuestra empleabilidad.

 

¿Qué consejo te hubiese gustado tener en tu etapa como estudiante?

    Me hubiera gustado que alguien me recordase la importancia que tiene el inglés en el mundo profesional. Actualmente en muchos puestos se exige un C1/C2, por lo que es algo a lo que no hay que dar de lado si quieres tener más oportunidades.

 

¿Algún libro que considere que todo el mundo debe leer en algún momento de su vida?

    Nunca he tenido un libro de cabecera ya que soy de la opinión de que cada uno está en un momento vital distinto y necesita soluciones distintas en cada etapa y no hay un solo libro que pueda responder correctamente a todo el mundo. Pero ya que me he especializado en el sector jurídico… me voy a permitir recomendaros un libro para aquellos que estéis interesados en trabajar en un gran despacho. Se llama “El Juego de las Élites” de Javier Vasserot y explica desde otra perspectiva y de forma autobiográfica la vida en un despacho. Es casi como una fábula.

 

¿Qué ha echado en falta que le enseñasen durante su formación?

    Sin ninguna duda, una mayor presencia de la práctica en las clases: más oratoria, más análisis jurisprudencial, más uso de bases de datos, más casos reales, más créditos de prácticas… El plan Bolonia por el cual se creó el grado nació con ánimo de convertir las universidades en auténticos laboratorios en los que experimentar, probar y ensayar y aunque es verdad que pueden faltar medios, esa implantación no se ha llevado a cabo de forma correcta en España. Los grados siguen siendo excesivamente teóricos en mi opinión.